El cáncer es un padecimiento crónico-degenerativo que por su evolución agresiva pone en riesgo la vida del paciente. Esto desencadena una serie de reacciones psicológicas que impactan en el área social, familiar, sexual y espiritual del paciente y familia. Ante esto, es importante la intervención del profesional de salud mental entrenado en el área para promover una atención integral.
La psicooncología plantea un modelo de prevención, intervención psicoterapéutica, rehabilitación y reintegración a la vida cotidiana; también brinda los cuidados paliativos desde los parámetros emocionales que lleva al paciente a una mejoría en su calidad de vida.
Le ayuda a afrontar la enfermedad desde el inicio y durante las diferentes etapas (diagnóstico, tratamiento-reacciones secundarias y remisión, así como también los casos de recaída y fase terminal).
El proceso psicológico ante una pérdida importante en la vida se conoce como duelo y se refiere, de forma más específica, al dolor emocional que se experimenta tras la desaparición de algo o alguien significativo en nuestras vidas.
En los casos en que el paciente fallece, es importante la atención a la familia para el manejo de este proceso, con el objetivo de no dejar sentimientos sin resolver que puedan complicarlo y convertirlo en un duelo patológico.