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    Aquí encontrarás varias películas en las que se trata el tema de la depresión.

    1. The Skeleton Twins (2014), de Craig Johnson

    Esta película aborda el tema de la depresión desde una perspectiva un tanto ligera y cómica, pero no por ello menos dramática ni profunda. Explora la tragedia vital de dos hermanos mellizos, a través del humor “sassy” y la ternura que los une.

    Milo (Bill Hader) escribe una nota de suicidio y se corta las muñecas mientras que su hermana Maggie (Kristen Wiig) intenta suicidarse tragándose pastillas en el baño de su casa.

    Sin embargo, Maggie para su intento de suicidio cuando recibe la llamada del hospital diciéndole que su hermano se ha intentado suicidar. Entonces ella decide abortar su plan y evitar que su hermano, quien tenía el mismo objetivo que ella, llegue a cometerlo.

    Deciden irse a vivir juntos y, en la convivencia, empiezan a recordar momentos difíciles de su vida, aquellos que los han llevado hasta la situación que les ha tocado vivir.

    2. Cake: una razón para vivir (2014), de Daniel Barnz

    Claire Bennet (Jennifer Aniston) está pasando por un mal momento en su vida. No solamente sufre de depresión, sino que, además, tiene dolor crónico, resultado de un accidente en el que falleció su querido hijo.

    Para colmo, estando en el grupo de apoyo, una de las chicas que acudía a él acabó quitándose la vida. Esto la motiva a intentar suicidarse ella también.

    Sin embargo, el recuerdo de la chica del grupo de apoyo le ayuda a darse cuenta de su realidad, evitando que cometa el acto y sea más consciente del cauce de su propia existencia.

    En la película también se aborda, quizás de forma muy sutil, el problema de la adicción a fármacos como antidepresivos y calmantes. Alivian el dolor de manera puntual, pero no ofrecen las ventajas complejas que otorga la psicoterapia.

    3. Sylvia (2003), de Christine Jeffs

    En la película se habla de los últimos cinco años de la poetisa Sylvia Plath (Gwyneth Paltrow). La escritora padece depresión, y su lucha constante por mantener a flote su vida la acaban arrastrando al más oscuro de los abismos.

    Muestra la vida de una mujer presa en la ansiedad, la tristeza cada día va nublando su juicio. Su marido, Ted Hughes, acaba haciendo que todo lo malo estalle en forma del peor final posible.

    4. Helen (2009), de Sandra Nettelbeck

    Es, quizás, una de las mejores películas que expone lo que es la depresión: un trastorno del estado de ánimo, un problema serio al que se le debe prestar atención y comprensión.

    Helen Leonard (Ashley Hudd) es una profesora de música y gran pianista que da la sensación de ser exitosa en su vida. Sin embargo, la depresión ha tomado las riendas de su vida, y vive en un profundo malestar.

    Quiere saber el por qué de estar así, pero no lo encuentra, lo cual la angustia todavía más. Para combatir la sensación, trata de aferrarse a su familia y sus estudiantes, pero no lo logra y cada intento fallido hace que se separe más del mundo.

    El papel que hace Ashley Hudd consigue generar cierta antipatía hacia el personaje, lejos de la simpatía que trata de obtener aferrándose a familias y alumnos. Esto es muy interesante, dado que nos da a conocer lo que muchas personas deprimidas, ansiosas por encontrar algo que las una al mundo, acaban causando el rechazo de su círculo más cercano, algo que las hunde todavía más.

    5. Un ángel en mi mesa (1990), de Jane Campion

    Narra la vida de la escritora Janet Frame (Kerry Fox), quien nació en una familia pobre. Su infancia estuvo marcada por diversas tragedias y, muy pronto, Janet empezó a sentirse diferente de los demás.

    Posteriormente lograría entrar en la universidad para estudiar pedagogía, pero estando ahí intentó suicidarse. Esto hizo que la tuvieran internada durante años en un psiquiátrico, en donde se la diagnosticó de esquizofrenia y se le aplicó terapia electroconvulsiva.

    Gracias a que escribió su primer libro, el cual ganó un premio, Janet Frame se salvó de ser lobotomizada. Consiguió salir del psiquiátrico y continuó escribiendo, teniendo una brillante carrera, aunque la depresión no se apartaría de ella.

    6. El castor (2011), de Jodie Foster

    El protagonista, interpretado por mel Gibson, es un hombre de familia quien se encuentra al borde de la quiebra. Debido a ello sufre una profunda depresión, lo cual afecta a sus relaciones familiares y lo pone al borde del divorcio.

    Intenta quitarse la vida varias veces, pero entra en un estado similar al del trastorno de indentidad disociativo. Aunque en cierto grado gracioso, coge una marioneta de un castor y empieza a hablar a través de él.

    El castor actúa como un mecanismo de defensa para aliviarle de la depresión. Con el muñeco encuentra fuerzas para poder hacerle frente a la vida y, si por algún descuido, no tiene el castor en su mano, la depresión vuelve a su vera.

    7. Gente corriente (1980), de Robert Redford

    Narra la vida de una típica familia media, con dos hijos pero, lamentablemente, uno de ellos fallece en un accidente. El otro hijo experimenta una gran sensación de culpa, que lo lleva a la depresión y al intento suicida.

    El joven superviviente (Timothy Hutton) sufre la indiferencia de su madre (Mary Tyler), quien le reprocha el haber sobrevivido a su hermano, a quien lo quería más, junto con la alegría falsa de su padre (Donald Sutherland).

    8. Prozac Nation (2001), de Erik Skjoldbærg

    Esta película es una adaptación del libro con el mismo nombre, escrito por la periodista Elizabeth Lee Wurtzel, interpretada por Christina Ricci. En él plasmó su paso por la depresión mayor.

    En el filme se da una explicación bastante buena de lo que supone este trastorno, los problemas que enfrentan quienes la sufren y también quienes se encuentran a su lado.

    9. Las horas (2002), de Stephen Daldry

    Esta película habla de la vida de tres mujeres que, si bien no están relacionadas de forma significativa ni se conocen, de hecho, ni siquiera viven en la misma época, tienen en común que están conectadas a través de una novela de Virginia Woolf.

    Es especialmente interesante el caso de una de las mujeres, interpretada por Julianne Moore, quien es la típica señora de los años sesenta con marido e hijo que, supuestamente, vive feliz, hasta que llega a cometer un intento suicida y destapa su malestar.

    Nicole Kidman da vida a Virginia Woolf, escritora quien padecía trastorno bipolar. Además, su relación con el marido demuestra que en muchas ocasiones, los familiares, lejos de ayudar, entorpecen el proceso terapéutico debido a su escaso conocimiento de lo que pasa.

    10. A propósito de Schmidt (2002), Alexander Payne

    Jack Nicholson interpreta la vida de un anciano que se acaba de jubilar. El filme nos expone lo que sucede con muchas personas quienes, tras años trabajando, al hallarse en la vejez, la pérdida de objetivos a corto plazo y de horarios los desorientan.

    Podría vivir su jubilación felizmente con su mujer, pero ésta fallece repentinamente, dejándole solo. Intenta buscar ayuda de su hija, pero esta no le hace mucho caso.

    Si bien no habla de la depresión de una forma tristona y amarga, de hecho, usa mucho el sarcasmo y comentarios simpáticos, sí que permite comprender lo que esto supone en la vejez, especialmente estando solo.

    Árticulo de psicologiaymente.com